Agramonte Robles
domingo, 20 de julio de 2008
martes, 15 de julio de 2008
Poemas y ciudades
El email del viernes
Enrique Agramonte Robles
Hace días que no encuentro correos con tu nombre
La idea que traía para escribirte se me escapó
y estoy solo
Quería decirte muchas cosas
Rompería el hielo con
No te preocupes lo que pinto
si estoy pensando en ti
Mis poemas seguirían a otros poemas
armando una cantidad de e-mails que congestionarían
el tránsito cibernético
Ahora
lentamente
veo salir las letras en la pantalla con una despedida
…no encontré otra cosa
Besos
que todo esté bien
y que NO tengas un buen fin de semana
Volátil
Enrique Agramonte Robles
A la mujer desnuda
de una foto antigua
le puse alas de mariposa
la monté en una bicicleta
y comenzó a volar
Vuela en mí
aparece y desaparece
se siente su polen
que pasa entre
una rueda grande
y otra diminuta
Pedalea
mueve las alas
me mira
saca la lengua
sonríe
sube
baja
y se esfuma de mi mente
Destreza
Enrique Agramonte Robles
Regálame esas cejas de cisne
para marcar esta página
y no olvidarte
Dame tu elegancia
para bañar mi piel
y lucir tu bronceado
como quien consigue resplandecer
Tráeme tus labios
para calcular la inmensidad de tus besos
y no dejarlos pasar inadvertidos
Préstame tus zapatos
los senos
que escondes detrás del vestido
Con ellos quiero sorprender la noche
A tu vanidad secreta
hazla mi cómplice
cuando te aparte el pelo
para volverte a ver
Concédeme tus locuras
tu atención
tus mimos
para ponerlos en mi cuarto
y fascinado
apagar la luz
Carrusel
Enrique Agramonte Robles
A menudo llegas
con esa facilidad de carrusel
que da vueltas en mi mente
y no logra parar
Un día de estos
cuando te vea
entenderé como un niño
la importancia de esas vueltas
y el porqué de este amor
donde estoy montado
Aunque sea un error
me encuentre afligido
y no tenga adivinanzas
para esa ocasión
Philadelphia
Enrique Agramonte Robles
Una brisa
cubre las calles en Philadelphia
No están tristes las fuentes
los museos
o las personas
Crecen
con la música
y las artes
Se apoyan en sus paredes
al sonido de la campana
que alberga la historia en la piel
del que la oye
Esta ciudad no da tregua
envuelve
cuando abre sus ojos
Paren las mañanas
sin descanso
las noches y los días
entre el oso
el reno
al lado del búfalo
junto al río
frente a la puerta que da a la calle
Le digo linda a esta ciudad
y me despido
acuñando su compás
inspirador
de sacudidas
presagios
chispas
y camino
Su nombre, Camagüey
Enrique Agramonte Robles
A mi pueblo
Si regreso a Camagüey
volveré con un suave olor a nuevo
Llevaré en mi pecho
el ligero silbido de mi infancia
lo dejaré escapar en sus llanuras
y las palabras tiernas regresarán
Llenaré mis labios
de esa música que propone su nombre
Taino
sonoro
gentil
casi pronunciado en inglés
Camagüey
Bombay
Enrique Agramonte Robles
El próximo lunes iré a Bombay
Lo haré como en el sueño
que tuve anoche
Y tú estarás allí
como soñé
Pero yo iré por otro motivo
Tus ideas
Enrique Agramonte Robles
Tus ideas
como ciudades
forman anécdotas
Yo recorro
esas calles
y encuentro
tus ojos